¿Qué significado tiene para ti el trabajo? ¿es un juego? ¿te desgasta el trabajo?. Quiero invitarte a que te hagas estas preguntas en tu quehacer cotidiano y hacerte consciente de ésas dificultades con las que sueles encontrarte envuelto en tu trabajo diario.
Para
sentirte bien en el trabajo tienes que saber que tú bienestar o malestar sólo
depende de ti. Los demás te lo pueden poner más fácil o más complicado, pero
sólo tú controlas tu actitud, así aunque haya circunstancias que te hagan
complicado tu trabajo recuerda que sólo tú eres dueño de tu conducta y actitud,
¡puedes elegir!.
Cómo
los demás actúen contigo no está en tú mano, sin embargo, cómo tú te sientas
depende totalmente de ti. Así invierte tiempo y esfuerzo en sentirte bien en tu
trabajo ya que merece la pena intentarlo ¿no crees?. Tienes muchos
recursos que te pueden ayudar a sentirte bien, disfrutar de lo que haces en tu
trabajo y superar las situaciones difíciles que se pueden presentar. Ahí te
dejo algunas herramientas, ¡ponte en marcha!.
- Ante una situación difícil acógela bien, dale la bienvenida y encauza adecuadamente con energía y ánimo.
- Se positivo y paciente, dos recursos claves y de mayor utilidad ante las dificultades. Cuando te enfrentas a algo que es complicado te sientes más satisfecho y feliz que si lo lograras rápidamente y sin dificultad.
- Consigue tus objetivos manteniendo la calma, con buen ánimo y equilibrio emocional, dejarás que fluyan las mejores opciones y surjan mejores ideas creativas porque pensarás con mayor claridad.
- Antes de dar un paso recopila la mayor cantidad de información posible.
- Analiza con calma los hechos antes de buscar soluciones.
- Planifica una estrategia con varias opciones y alternativas posibles antes de comenzar.
- Toma la iniciativa siempre en todo el proceso, ir detrás de los acontecimientos desgasta y resta energía y no es una ventaja que te ayude a superar las dificultades. Hay que estar preparado.
- Adapta continuamente tu quehacer a la realidad del momento presente.
- Si sigue siendo complicado divide los objetivos en metas o submetas fáciles de controlar.
- Tienes que reforzarte y premiarte ante los esfuerzos que llevas conseguido incluso cuando no es lo esperado.
- Extrae todos los aprendizajes a cada paso que das.
- Si el resultado final es lo que esperabas alégrate y vuelve a recapitular si no conseguiste tus objetivos. Tienes que plantearte aquí si te quedan alternativas o si es el momento de tomar medidas para que las situaciones difíciles no vuelvan a repetirse.
Ante
todo, tienes que pensar que te habrá servido sea cual sea el resultado,
porque habrás aprendido cómo actuar ante las dificultades o lo que es
conveniente cambiar.
Todo
ello te brindará la posibilidad de disfrutar con lo que haces.
“Espera lo mejor y prepárate para lo peor”
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